El mundo
mágico que creías conocer es más grande de lo que pensabas. ¿Sabías que en
Estados Unidos y Canadá se conoce al muggle como no-maj, abreviatura de no mágico?
Si la respuesta es no, te convendría leer Historia de la Magia en Norteamérica.
¿Quién sabe? Tal vez nos sea útil conocerla para la película de Animales
Fantásticos. Los Cambiapieles, el Congreso Mágico o Ilvermorny; en esta entrada
los estudiaremos a fondo.
Hasta el siglo XVII || Los Cambiapieles
Aunque los
colonizadores muggles que siguieron a Colón lo llamaban Nuevo Mundo, los brujos
hacía siglos que estaban al tanto de la existencia de América. La aparición,
las escobas voladoras, las visiones y premoniciones… Digamos que no faltaron
medios para que se estableciera contacto entre las sociedades mágicas, incluso
con un océano separándolas. Los nativos americanos tenían trato con brujos
europeos y africanos desde los albores de la Edad Media y es que, al final, las
diferencias entre ellos eran mínimas.
La tolerancia no-maj a la magia no fue
unánime. En algunas tribus, los brujos eran aceptados e incluso alabados, pues
se los veía como perfectos médicos y cazadores. Sin embargo, las tribus menos
tolerantes los estigmatizaron por sus poderes, propagando la creencia de que la
magia provenía de una posesión maligna. Los rumores tuvieron como base, sobre
todo, los miedos de curanderos no-maj, quienes muchas veces se hicieron pasar
por brujos.
La leyenda de los Cambiapieles
(Skinwalkers), que cuenta cómo magos oscuros se transformaban en animales a
voluntad, tiene su base en los animagos amerindios, que sacrificaban a sus
seres queridos para acrecentar sus dotes de transfiguración. La mayoría de las
veces dicha metamorfosis tenía como fin escapar de los no-maj o cazar para la
tribu.
Por otro lado, estos brujos eran avezados
en la fabricación de pociones por su contacto continuo con la naturaleza y los
animales. Pero la diferencia más notoria con el Viejo Mundo es que no
precisaban de varita (un invento europeo).
Las varitas canalizan la magia a fin de
que sus efectos sean más precisos y potentes, aunque grandes figuras de la
magia (Dumbledore, por ejemplo) han sido capaces de inefables proezas sin ayuda
de una.
Desde el siglo XVII || Las brujas de Salem
Los no-maj empezaron a emigrar a América
desde Europa. Los brujos, por supuesto, también se establecieron en el Nuevo
Mundo. Algunos lo hicieron por temerarias necesidades de aventura pero otros
huían de los no-maj, otros brujos o eran fugitivos. Estos últimos buscaban
pasar desapercibido entre la ola de emigrantes no-maj, aunque también se
escondieron junto a los nativos, quienes trataron mejor que nadie a los
hermanos europeos.
Pese a todo, había tres motivos por los
que aquellas tierras eran mucho más inseguras para los brujos que el Viejo
Mundo.
El primero de ellos: magos y no-maj por
igual había llegado a América con lo puesto, dejando atrás comodidades como ir
al boticario y comprar los ingredientes para pociones. No; en el Nuevo Mundo
había que rebuscar entre plantas desconocidas de propiedades mágicas dudosas.
Tampoco se podían encontrar fabricantes de varitas y el colegio Ilvermorny de
Magia y Hechicería no era más que un chozo con dos alumnos.
En segundo lugar: cualesquiera fuesen los
problemas entre magos y no-maj de Europa, comparados con los de Norteamérica,
eran meros cariños, pues no sólo se dio lugar a conflicto entre inmigrantes y
nativos (lo cual afectó mucho a la comunidad mágica). Afloró el odio debido a
discrepancias religiosas y los puritanos, ante la más mínima sospecha, se
acusaban de brujería.
El último problema, el más peligroso: los
Scourers (que se traduciría de forma no oficial como Estropajos, lo cual me
parece algo ridículo). Estos eran una banda de mercenarios extranjeros que
aprovecharon la falta de leyes mágicas en América, pues la comunidad de brujos
de entonces era pequeña, dispersa y secreta.
En un principio, los Scourers se dedicaban
a atrapar malhechores pero, a medida que se fueron corrompiendo, se hicieron
capaces de todo por un poco de oro. Torturaban, mataban e incluso llegaron a
traficar con otros brujos.
Los Scourers se multiplicaron por todo
Estados Unidos a finales del siglo XVII. También empezaron a controlar a no-maj
para obtener beneficios.
Los juicios de Salem, que se produjeron
entre 1692 y 1693, conforman una de las mayores tragedias de la comunidad
mágica. Varios historiadores sostienen que entre los jueces puritanos hubo, al
menos, dos Scourers. La mayoría de las víctimas eran, por supuesto, brujos y
brujas, pero los cargos contra ellos eran falsos. De igual modo, muchos no-maj
se vieron arrastrados entre la histeria y la sed de sangre y también fueron
ajusticiados.
El pueblo de Salem (en el estado de
Massachusetts) jugó un papel crucial, uno que va más allá de la pira de brujas
y las muertes que se dieron, pues, a consecuencia, se produjo también un éxodo
de magos a Europa, Asia y África. Tanto arraigó el miedo a los peregrinos y los
Scourers que el porcentaje de población mágica en Estados Unidos era mínimo en
torno a 1900.
Algo positivo que se puede sacar de esta
tragedia es que dicha población descendía, casi de forma exclusiva, de familias
no-maj; por lo que las ideas sobre la supremacía de la sangre mágica no
arraigaron bien en América.
Por supuesto, las matanzas de Salem
llevaron a algunos brujos a actuar y unirse contra los Scourers. En 1693 se
fundó por ello el Congreso Mágico de los Estados Unidos de América, que en
inglés se conoce como the Magical Congress of the United States of America, por
eso se abrevia MACUSA (pronunciado Mah — cooz — ah). Dicho congreso llegaba un
siglo antes que su homólogo no-maj y no tardó en tomar represalias contra los
Scourers, traidores a su propia raza. Todos aquellos que habían torturado, matado
y traficado con personas fueron ejecutados sin miramientos. Así se
establecieron las leyes mágicas americanas dentro del mundo no-maj.
Pero no todos los Scourers fueron
abatidos. Algunos eludieron la justicia, consiguieron escapar y se escondieron
bajo una máscara no-maj. Cuando tenían hijos despreciaban a aquellos que
mostraban dones mágicos, exhibiéndolos ante el pueblo y desterrándolos, pues,
para no ser identificados como Scourers, transmitieron la convicción absoluta
de que la magia, tan real como el infierno, debía ser erradicada con la caza de
brujas.
El historiador de la magia, Theophilus
Abbot, ha identificado varias de estas familias, todas profundas fe y aversión
al mundo mágico.
Esto también ha causado que sea más
difícil ocultar la magia de los no-maj americanos, lo que repercute en cómo se
rige el MACUSA.
Ley de Rappaport
En 1790, la decimoquinta presidenta del
MACUSA, Emily Rappaport, promulgó una ley para segregar a la sociedad no-maj de
la mágica. Se sucedieron entonces varias infracciones contra el Estatuto
Internacional del Secreto que llevaron a la Confederación Internacional de
Brujos a emitir una moción de censura contra el Congreso Mágico. Lo más grave
es que la beda fue abierta por el propio MACUSA.
En pocas palabras, el conflicto
involucraba a la hija del Guardián de Tesoros y Dragones de la presidenta
Rappaport (los dragones son la divisa mágica de Estados Unidos y el cargo de
Guardián de Tesoros y Dragones vendría a ser el equivalente a un Ministro de
Hacienda). Aristotle Twelvetrees era un hombre de lo más competente, pero su
hija, Dorcus, era tan lerda como bella; nunca destacó cuando estudió en
Ilvermorny y, para cuando su padre consiguió el puesto de Guardián, ella ya
vivía en casa, apenas sin hacer magia, preocupada en exclusiva de lucirse en
cuantas más fiestas mejor.
Un día, mientras estaba de picnic, Dorcus
conoció y se enamoró de un no-maj llamado Bartholomew Barebone, descendiente de
Scourers (claro que ella no lo sabía). Hacía ya generaciones que la magia se
había extinguido en la sangre de la familia Barebone, pero ellos seguían
creyendo en ella y, también, odiándola.
Ajena al peligro, Dorcus conquistó a
Bartholomew con pequeños trucos y le acabó contando, con todo lujo de detalles,
cómo funcionaban Ilvermorny y el MACUSA y donde se emplazaban.
Tras sonsacarle toda la información y
quitarle la varita, Bartholomew corrió a contar la historia a los periodistas.
Luego reunió toda una turba y planearon matar a todos los brujos que
encontrasen, para lo que el muchacho escribió a varios potentados que podrían
descubrir si el mal mágico se ocultaba en otras partes del país.
Por suerte o por desgracia, Bartholomew
fue detenido por autoridades no-maj antes de llevar su plan a buen puerto.
Resulta que tomó a un grupo de personas por brujos y les empezó a disparar,
resultando ser todos no-maj al final. De ese modo, el MACUSA no tuvo que
intervenir más que para hacer frente a la indiscreción de Dorcus, pues varios
periódicos tomaron a Bartholomew en serio y difundieron folletos con la varita
de la joven. La atención se focalizó tanto en la sede del Congreso Mágico que
la presidenta Rappaport tuvo que trasladar todo el gobierno a una oficina
pública. Las consecuencias de este incidente estuvieron sobre la sociedad
mágica americana durante años.
En cuando a Dorcus, muchos pidieron cadena
perpetua e incluso la condena a muerte, pero tan sólo pasó un año en prisión.
Deshonrada y sin poder creer la gravedad de sus actos, vivió recluida el resto
de su vida. Un espejo y un loro fueron sus únicos compañeros.
Por todo esto, la ley Rappaport que
intentaba ocultar el mundo mágico del no-maj se endureció: estaba prohibido
casarse, confraternizar o tener cualquier tipo de trato que no fuese simple e
inevitable con los no-maj. Las sanciones por incumplir dichas reglas fueron
duras.
Esta ley hizo mayor el abismo entre las
culturas mágicas de América y Europa, pues en el Viejo Mundo se promovía la
cooperación y comunicación entre los gobiernos mágicos y no-maj y los
matrimonios mestizos eran el pan de cada día. En Estados Unidos, en cambio, el
MACUSA actuaba al margen del gobierno homólogo y los magos consideraban a los
no-maj una amenaza.
Los felices años 20
Nueva York en 1926, año en el que transcurre Animales Fantásticos |
Los brujos
americanos tuvieron un papel que los no-maj ignoran durante la Gran Guerra,
aunque este no fue decisivo, pues las otras potencias también contaban con
facciones mágicas entre sus filas. Se salvaron muchas vidas gracias a los
brujos y brujas del momento.
El
conflicto no suavizó para nada la ley Rappaport, que seguía vigente más de un
siglo después. De hecho, Dorcus Twelvetrees se mantenía en el recuerdo de
todos, sobre todo porque se acuñó el término «ser un dorcus» (ser idiota
perdido) al lenguaje mágico.
Las sanciones
para aquellos que infringían el Estatuto del Secreto eran las más duras y la
persecución contra criaturas y bestias, como los fantasmas y los duendes,
estuvo a la orden del día, pues exponían a los brujos ante los no-maj.
Tras la Rebelión
de los Pies Grandes de 1892 (para más información lease el best-seller de Ortiz
O’Flaherty El último pies grandes en pie),
la sede del MACUSA se trasladó, por quinta vez, desde Washington a Nueva York,
donde permanecía durante la década de 1920. La presidenta era, en esos
momentos, Seraphina Picquery, de Savannah, Georgia.
Seraphina, interpretada por Carmen Ejogo en Animales Fantásticos |
Ya en
1920, Ilvermorny era considerada una de las mejores escuelas mágicas del mundo.
Además, debido a acuerdos de educación entre gobiernos, todos los brujos y brujas
aprendían a usar una varita.
Hacia
1890 entró también en vigor una ley que obligaba a todos los magos a someter
sus varitas a evaluación para que el gobierno tuviese control sobre la
actividad de estas.
A
diferencia de Reino Unido, donde Ollivander es considerado el mejor fabricante
de varitas, en Estados Unidos hay cuatro avezados en la forja de dichos instrumentos
mágicos.
Shikoba
Wolfe, que descendía de la tribu Choctaw, fue conocida por tallar ella misma la
madera de sus varitas y emplear plumas de pájaro trueno (un ave emparentada con
el fénix) como núcleo central. Estas varitas son poderosas y perfectas para la
transfiguración, pero difíciles de dominar.
Johannes Jonker,
hijo de ebanistas muggles, se convirtió en otro fabricante consumado que, por
un tiempo, fue el preferido de todos debido a que adornaba sus varitas con
madreperla.
Tras
experimentar con muchos núcleos, Jonker se decantó por el pelo del gato wampus.
Thiago
Quintana causó furor cuando sus elegantes y, por lo general, largas varitas
entraron en el mercado. La causa fue que usaba como núcleo central una única
espina de las aletas del monstruo del río Blanco, una legendaria criatura de
Arkansas. Los hechizos que producían sus varitas eran potentes y elegantes.
Los
temores acerca de la sobrepesca en el río Blanco se aplacaron cuando Quintana afirmó
ser el único poseedor del secreto para atraer al monstruo; secreto que se llevó
a la tumba, por lo que cesó la fabricación de varitas con espinas.
Violeta
Beauvais, la famosa fabricante de varitas de Nueva Orleans, se negó durante muchos
años a revelar que sus elegantes diseños de madera del Mayhaw tenían por núcleo
el pelo de un rougarou, un monstruo con cabeza de perro que habita en los
pantanos de Louisiana.
Se suele
decir que las varitas de Beauvais tienden a la magia oscura igual que los
vampiros buscan sangre. Sin embargo, muchos de los brujos que lucharon en la
Primera Guerra Mundial las empleaban. Incluso la propia presidenta Picquery
posee una.
Manifestantes no-maj pidiendo la legalización del alcohol |
Para
terminar, cabe reseñar que los magos no tuvieron que soportar la conocida como
Ley Seca. Esta medida de Picquery fue muy criticada, pues sus adversarios
señalaban que, entre todos los sobrios no-maj, la gente mágica resaltaba
demasiado.
Picquery
se defendió argumentando que ser brujo en América ya era demasiado difícil como
para renunciar al agua de la risa,
que ella mismo tildó de bien no
negociable.
Si quieres leer el texto original en inglés, lo encontrarás aquí.
ᚢᚾ ᛊᚨᛚᚢᛞᛟ de Peter.
Si quieres leer el texto original en inglés, lo encontrarás aquí.
ᚢᚾ ᛊᚨᛚᚢᛞᛟ de Peter.
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